La percepción que se tiene al revisar, los últimos sucesos preelectorales, nos develan que definitivamente tenemos una reducida capacidad para celebrar los avances de la oposición política venezolana y de los esfuerzos para mejorar el panorama.
En cambio de celebrar que Un Nuevo Tiempo, ya definió sus candidatos para Todo el País, cuestionamos por qué habrá sido que el alcalde Leopoldo López no asistió.
No nos contentamos porque tenemos –al menos en un partido— candidatos definitivos, si no especulamos las declaraciones del precandidato Emilio Graterón, el cual no aceptó la nominación de Liliana Hernández.
La suerte o el éxito de Hernández o la suerte de Graterón, Ramón Muchacho o Carlos Vecchio no la sabremos hasta que uno sea el candidato inscrito en el CNE por el bloque opositor. Mientras tanto, sería muy egoísta o muy triste no celebrar que al menos un partido se haya definido no sólo en Chacao sino en toda Venezuela.
En cambio de celebrar que Un Nuevo Tiempo, ya definió sus candidatos para Todo el País, cuestionamos por qué habrá sido que el alcalde Leopoldo López no asistió.
No nos contentamos porque tenemos –al menos en un partido— candidatos definitivos, si no especulamos las declaraciones del precandidato Emilio Graterón, el cual no aceptó la nominación de Liliana Hernández.
La suerte o el éxito de Hernández o la suerte de Graterón, Ramón Muchacho o Carlos Vecchio no la sabremos hasta que uno sea el candidato inscrito en el CNE por el bloque opositor. Mientras tanto, sería muy egoísta o muy triste no celebrar que al menos un partido se haya definido no sólo en Chacao sino en toda Venezuela.
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