Seguramente mientras Nicolás leía de Rubén Darío los versos de La princesa está triste...¿Qué tendrá la princesa?, el pajarito (máxima expresión de su espiritualidad) le aconsejó que pensando en su princesa, creara este nuevo ministerio....
Al final del cuento y como toda opera bufa del gobierno, terminará siendo eso, un monstruo que no solventará nada y más bien, incrementará la nómina de esta República Feliz y endeudada de Venezuela.
No sé si al pueblo, Maduro o el supremo, le tocará cantar la famosa aria para tenor de la ópera Pagliacci ¡Ríe, Payaso, sobre tu amor despedazado!