jueves, 14 de agosto de 2008

Reichskristallnacht, versión venezolana (La noche de los cristales rotos versión venezolana)

La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, se dirigió una acción contra los ciudadanos judíos alemanes y austriacos, donde los oficiales de las SS arrestaron a miles de judíos y también destrozaron sus comercios. Se presume que más de 50 judíos fueron asesinados en esa noche.
Ahora en Venezuela (la del siglo XXI) se ha practicado una manera –menos obvia pero igualmente deplorable— de aniquilamiento sistemático, de todos aquellos opositores al régimen mediante la aplicación de las Inhabilitaciones, Leyes y decretos arbitrarios y Listas de Adversarios políticos.
La instauración del miedo y la culpa en los otros, la utilización de la “justicia” a favor de los deseos del Presidente, la instauración por la fuerza de un solo pensamiento, la Inhabilitación de aquellos líderes con triunfo seguro en las elecciones del 23 de noviembre, la utilización de Listas para ejercer Apartheid político; son muestras significativas de que estamos en presencia de un régimen no precisamente democrático.
Para quién no ha entendido aún, existe un plan sistemático para acabar con el otro, ese otro que es independiente y que actúa desde otra perspectiva sin arrodillarse frente a los intereses del “proceso”. Aceptar como válida una decisión administrativa violatoria de la constitución, en el caso de las Inhabilitaciones políticas aplicadas por la Contraloría, aceptar que el Presidente mediante decretos habilitantes puede instaurar su “ideología”, es aceptar que pueden instaurar “de hecho” su régimen autoritario.
Lo que pasó a mitad del siglo XX no dista mucho de lo que estamos viendo en el campo de la política venezolana. Este es plan es más que un Apartheid Político, es una maquina que aplica terrorismo institucional y convierte al opositor (ciudadanos comunes, políticos, comunicadote, religiosos, etc.) en un paria, en un agente de los más despreciables intereses o simplemente en un “judío de la Alemania Nazi”.
El miedo, la culpa y el terrorismo son las practicas del gobierno para mantenerse en el poder sin darse cuenta que, cada día son menos y más odiados por la gente.
¿Cuánto falta? nadie podría saberlo a menos que fuese una especie de Hermes, pero lo que se sabe es que igual a la luz que ilumino los campos de concentración ese mayo de 1945 cuando termino la II Guerra Mundial, igual que ese 23 de enero de 1958 que finalizó la última dictadura venezolana; este régimen terminará y creo que ya está en agonía.
Ahora la denuncia es importante pero la protesta activa y el poder del sufragio, serán acciones de sumo provecho que nos permitirán activar un mecanismo que nos permitirá salir del abismo donde nos encontramos.
Hay que despertar y reaccionar con valor y civilismo, hay que rescatar los valores republicanos y democráticos, para poder reencontrar el camino de grandeza que nos corresponde.
A quienes nos gobiernan ahora, recuerden que la justicia es lenta pero llega y sino revisen que ocurrió en Núremberg, a Pinochet y a tantos regímenes violadores de los DDHH. Izquierda y Derecha, son categorías políticas y no aplican a la hora de respetar los DDHH, porque ambas ideologías tienen sus responsabilidades en esta materia.

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