Mientras se lee en los distinto medios: "El presidente Nicolás Maduro recibirá este martes de la Asamblea Nacional poderes especiales para emitir a lo largo de un año decretos con fuerza de ley, una facultad criticada por opositores y analistas por considerar que podría acentuar el modelo de control estatal (Associated Press)" solo puedo pensar en las colas que nosotros seguimos viviendo y viendo, en ese saqueo a "cuentagotas" que terminas observando, en esas cosas que la gente compra que al final quienes tienen algo de sentido común, entienden que traerá ruina porque se fregó el dueño, el vendedor y el país (al que menos le paramos y la que más sufre).
Esto representa sencillamente el derecho soberano que tenemos de hacer lo que realmente se me da la gana, frente a un Estado corrompido y corruptor que no termina de entender dónde quedan los derechos de unos y comienzan los derechos de todos.
El vídeo presenta ese colapso ético que venimos arrastrando como la gesta heroica, ese colapso que seguimos arrastrando del 89 y que el fulano cromañón del hombre nuevo made in socialismo, no ha podido solventar.
Porque detrás del Blu-ray Disc, del pantalla plana, del zapato barato o de lo que te lleves de Epa estará la sombra miserable del drama, del conflicto humano que termina siendo el estancamiento de la movilidad social, del ascenso que prometió la cuarta y la quinta. ¿Es drama lo que vivimos? Sí, es dramaturgia griega de la buena.
Este tipo que saquea y jode al mismo con los pañales, termina por demostrar cuanto no podemos dejar de revisarnos y de reflexionar que las cosas no están muy bien y que posiblemente terminen peor.